¡Qué lástima! Encontraste refugio un poco tarde... Tus hermanos, todos Caín, enterraron sus filosas garras por todo tu cuerpo; tu madre nunca quiso defenderte. ¡Qué bueno! Hoy tienes un abuelo y un hogar, abandonados también, pero al fin tu abuelo y tu hogar.
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Gracias por tus opiniones y comentarios a imagineria pb